Mantenimiento y preparación para MTB

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El mantenimiento de las horquillas y amortiguadores en MTB se debe realizar a menudo ya que un mal funcionamiento de estos repercute enormemente en el comportamiento de la bicicleta.

Como norma general debe de hacerse un cambio de aceite y de retenes cada 30-40 horas o como mínimo una vez al año.

Hacer funcionar a la suspensión con retenes en mal estado puede acabar con daños irreparables en las barras o ejes de la horquilla-amortiguador, con un coste muy superior al del mantenimiento regular.

La sustitución del aceite es necesaria para devolver a la horquilla o amortiguador a su nivel de rendimiento inicial. El aceite va sufriendo un desgaste con el uso, que hace que pierda parte de sus propiedades, afectando a la capacidad de amortiguación y haciendo que las partes en contacto se desgasten mucho más deprisa.

En PR Suspensions ofrecemos distintos niveles para que tu suspensión vuelva a funcionar como el primer día.

Mantenimiento básico:

1. Comprobación en dinamómetro del estado inicial
2. Despiece e inspección de todas las piezas
3. Control de los casquillos de fricción
4. Limpieza por ultrasonidos de las válvulas
5. Sustitución de los retenes y juntas
6. Cambio de aceite
7. Ajuste de la precarga con Nitrógeno cuando corresponda
8. Comprobación final en dinamómetro
Precio : 80€.

 

Mantenimiento PRO:

1. Comprobación en dinamómetro del estado inicial
2. Despiece e inspección de todas las piezas
3. Control de los casquillos de fricción
4. Limpieza por ultrasonidos de las válvulas
5. Sustitución de los retenes y juntas
6. Ajuste/modificación de las válvulas y viscosidad del aceite en función del peso del ciclista y modalidad de uso de la bicicleta (pista, enduro, etc)
7. Ajuste de la precarga con Nitrógeno cuando corresponda
8. Comprobación final en dinamómetro de todo el rango de ajustes
Precio : 110€.

Todas las horquillas y amortiguadores que pasan por nuestras manos se comprueban en un dinamómetro. Así nos aseguramos que cuando recibes tu suspensión acabada no tendrás ninguna duda de su rendimiento.

Sin esta comprobación es prácticamente imposible detectar si alguna válvula está en mal estado y afecta al comportamiento de la horquilla o amortiguador.

¿Por qué emplear Nitrógeno en vez de aire?

Utilizamos nitrógeno para ajustar la presión en horquillas y amortiguadores porque presenta bastantes ventajas respecto al aire:

– El nitrógeno no experimenta la misma expansión que el aire ante los cambios de temperatura con lo que el funcionamiento de tu suspensión no sufre prácticamente variaciones cuando se calienta. En los descensos largos se mantienen las mismas propiedades de amortiguación desde el principio hasta al final.

– Es un gas inerte. Eliminamos el oxígeno y la humedad y con ello se elimina la corrosión de los compontes internos, alargando su vida útil.

– Las moléculas de oxígeno que contiene el aire son del orden de cuatro veces más pequeñas que las moléculas de nitrógeno. Al utilizar nitrógeno, las suspensiones mantienen durante mucho más tiempo la presión de ajuste inicial. Con aire hay mucha más pérdida de presión con el tiempo.